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La Enseñanza Tradicional

Enseñanza tradicional

tiene su centro de gravedad en el profesor. El profesor, se encuentra frente a sus alumnos, su trabajo consiste en explicar, mostrar, simular, convencer, hacer presentaciones de conceptos, reglas, hipótesis, teoremas, leyes teorías etc., con este propósito, el profesor utiliza presentaciones de diversos tipos y tecnologías, demostraciones, comprobaciones, el desarrollo de ejercicios, como ejemplos en el pizarrón, mientras, se supone que el alumno aprende en una clase con las siguientes características fácilmente identificables:

1.

La ejercitación -un tipo de refuerzo- proporcionado al curso, es limitada por el tiempo y también, insuficiente en el aula, la mayor parte, queda como “tarea para la casa”, de esta forma, parte del aprendizaje es trasladado al hogar, donde, en el mejor de los casos, se puede contar, inequitativamente, con apoyo de otras personas y/o “clases particulares”, la consecuencia es en general, un aumento de la brecha entre “buenos” y “malos” alumnos por un lado y, por el otro, un pobre dominio de los contenidos y, habilidades intelectuales sin desarrollar que, se expresan en el fracaso, baja autoestima, mediocre nivel de exigencia del Colegio y peor resultado en las pruebas nacionales (SIMCE, PSU ahora, Prueba Transitoria de Admisión Universitaria).

2.

Dado que, el profesor tradicional cree que, en los cursos existen alumnos buenos, mediocres y malos, aplica su clase para el “alumno promedio”, para todos por igual, entonces, los alumnos más lentos no entienden, los más rápidos se aburren y los medianos, en la generalidad de los casos, no pueden concentrarse por el ruido y desorden generado durante la clase.

3.

El método de enseñanza tradicional no resuelve el problema del aprendizaje para todos los alumnos de un curso y en la sala de clases, lo complica, traslada gran parte del problema del aprendizaje al hogar, provoca rechazos por la asignatura, o bien, su estudio obligado y desganado, es el principal causante del bajo rendimiento generalizado.

4.

Formación valórica de los alumnos: La enseñanza tradicional o frontal, es individualista en los hechos, aunque en las palabras diga que lo combate y que es “integral”. Es individualista porque existen dos actos que cubren prácticamente todo el tiempo del alumno en el aula, estos consisten en poner atención para comprender lo que el profesor dicta y, una pobre ejercitación para aplicar, ambos actos, -esto es lo más pernicioso,- apelando a aptitudes que se suponen dadas, no debe extrañar entonces, que en la enseñanza tradicional y sistémica de la educación en Chile, se generen las condiciones para el desarrollo de conductas negativas como el egoísmo, el individualismo, la competencia entre alumnos, estas conductas son reforzadas, discriminando mediante premios y lugares a destacar en los cursos, desintegrándolos. Tampoco debe extrañar que en las infrecuentes ocasiones en que los alumnos deben formar grupos de tareas y de experimentación (trabajos y tareas grupales), haya un sinnúmero de dificultades y conflictos con evaluaciones insatisfactorias y calificaciones injustas, dado que, en esta situación, alumnos aprenden a descansar en los que más trabajan, esta conducta, aprendida en el Colegio, es clave para su desempeño como adulto. Este logro no deseado, lo aprenden en forma activa y es reforzado con la calificación.